jueves, 15 de enero de 2015

JUANJO NOVELLA EL ESCULTOR PORTUGALUJO MAS UNIVERSAL



A la vez que el grupo de OROITUZ se dedicaba a divulgar los acontecimientos históricos investigados por Tasio Munárriz, se contactó con el escultor Juanjo Novella para encargarle un proyecto del monumento que se tendría que realizar en la Villa.

Su experiencia en este tipo de monumentos dedicados a la memoria histórica, como la de Artxanda, la galardonada en Donostia, que aspira a convertirse en capital europea de la cultura, en Sestao junto a la Benedicta, con su Gurasoen Etxea, y el hecho de ser portugalujo lo hacían el artista más adecuado.
Además su obra es muy valorada por todo el mundo, desde Calatuña, Europa, Japón, Emiratos Arabes, o como lo demuestran los últimos premios conseguidos en Estados Unidos.

DIVULGACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LAS INVESTIGACIONES



Tasio Munárriz, además de dedicar un tiempo importante a la venta y promoción de su libro REPUBLICA Y GUERRA EN PORTUGALETE, siguió investigando, ya fundamentalmente en los Archivos Municipales, toda la vida de la posguerra portugaluja con sus sanciones, censuras, y represaliados.
Para dar a conocer mejor sus investigaciones, el Ayuntamiento de Portugalete, le encargó una conferencia sobre el trema de los bombardeos aéreos a la Villa, con una gran asistencia de público y así mismo periódicamente ha estado utilizando el blog de El mareómetro, muy visitado entre los portugalujos, para ir dando a conocer los distintos aspectos de esa época histórica.

Nuevas fotografías aéreas tomadas durante los bombardeos de 1937, descubiertas por los miembros de la sociedad Gerediaga, fueron dadas a conocer no solo en el citado blog junto con todas las fotos que se conservan de la citada contienda, sino también en la publicación Cuadernos Portugalujos, que con respaldo municipal edita la Fundación El Abra, que colabora activamente con este proyecto.


REPUBLICA Y GUERRA EN PORTUGALETE



El equipo que se formó para llevar a cabo la idea OROITUZ en Portugalete, contó en sus primeros momentos con el apoyo de nuestro viejo gudari José Moreno, que dejó el testigo a otros más jóvenes como fueron Andrés Vitores, Fernando Rueda, Tasio Munárriz y Rubén Las Hayas.
Tasio que por aquel entonces estaba escribiendo el libro, Santa María de Portugalete. Parroquia Revolucionaria (1961-1982), época de la que había sido testigo de primera mano como cura de dicha parroquia, decidió investigar los años anteriores a estos de final de la dictadura, empezando por los anteriores a la guerra civil correspondientes a la república.
Tras acabar dicho libro, en 2008, inició una exhaustiva investigación por numerosos archivos, empezando por el municipal, para dar a conocer lo que fue, según reflejaría el título de su primer libro, República y Guerra en Portugalete, y en una segunda etapa estudiar a fondo la posguerra en Portugalete hasta 1960.
El libro vio la luz en 2012, financiado íntegramente por el autor, sin ningún tipo de subvención, por lo que al día de hoy todavía no se ha llegado a amortizar su coste.
El libro de más de 600 páginas, dio a conocer por primera vez la historia real de unos años críticos para la vida de la Villa. Amplios apéndices recogen cientos de nombres de portugalujos que combatieron, y murieron por ambos bandos, así como todos los nombres de niños, adultos y familias evacuadas.

Toda esta valiosa información, respaldaba la idea original de dejar constancia con un monumento la historia vivida por nuestros mayores.

Para los que no conocen el libro recomendamos leer el índice para hacerse la idea de su contenido.

PROYECTO OROITUZ EN PORTUGALETE: ANTECEDENTES

 Aunque ya son se han cumplido unos cuantos años desde que el proyecto OROITUZ nació en Portugalete, es ahora en 2015 cuando los componentes del grupo hemos decidido utilizar este medio de Internet y sus redes sociales para dar a conocer el proyecto, cuyo fin es la creación y colocación de una escultura conmemorativa en recuerdo y reconocimiento de todos aquellos que sufrieron en sus libertades y derechos las consecuencias de la guerra civil, y que sirva para que las generaciones próximas aprendan de los errores pasados.

Si tuviésemos que poner una fecha al origen de la idea, esta sería el 18 de junio de 2006, cuando en Artxanda se inauguró la escultura La Huella promovida por la asociación ATERPE 1936.
En esta asociación presidida por el portugalujo José Moreno Torres, había una amplia representación jarrillera con Fernando Rueda de Tesorero y, además, la escultura era obra de otro portugalujo, Juanjo Novella y el trabajo de taller se llevó a cabo bajo la dirección de Andrés Vitores ya que se realizó en su empresa de Trapaga.
Este proyecto logró reunir a personas de los diferentes partidos y sindicatos, en recuerdo de los combatientes de 1936 por la democracia y la libertad.
En el librito que recogía numerosas fotografías de los batallones del ejército de Euskadi se decía:
Un pueblo que no conoce su pasado puede repetir los mismos errores en el futuro. Recuperemos, pues, nuestra memoria y reconozcamos a los luchadores y defensores del régimen legalmente constituido, su papel fundamental.

Aquí empezó a germinar la idea entre los portugalujos asistentes, de aplicarla a nuestra Villa que había sufrido al igual que las demás los efectos de la guerra, bombardeos, y la represión correspondiente.
Se trataría pues de estudiar e investigar nuestra historia local, todavía poco conocida por el pueblo en general, y dejar como recuerdo un monumento que además de recordar el pasado mirara al futuro y a las generaciones venideras.